Saludo Día del Bombero

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Estimados camaradas de ideal:

Quisiera en estas líneas poder plasmar lo que para mí es la mejor combinación que existe o puede existir, la cual es ser Bombero y Voluntario.

El sueño del  hombre desde niño es crecer y ser precisamente un hombre, y más aún un héroe o salvador de la naturaleza, los animales y la familia. En la adolescencia queremos salvar al mundo, a la vida y a la patria. Y en la adultez queremos socorrer a los niños, a los adolescentes y así resguardar y preservar los sueños de estos, que serán los que nos salven a nosotros y al mundo. Lo anterior es porque estamos llamados a ser aprendices o aspirantes, para luego ser trabajadores del bien o voluntarios y finalmente guías de nuestros semejantes o mejor dicho honorarios del deber.

Hoy son 161 años de Bomberos en el país, 161 años de Voluntariado, 161 años de sacrificio, de entrega, de lealtad y abnegación a la causa. Hoy es 30 de junio y lo especial y distinto de este día, es que se repite 365 veces en el año, ¡así es! Bomberos tiene su día, cada día y lo celebran los ciudadanos, los compatriotas que calman el ruido del llanto provocado por la angustia y el dolor, por el sonido tranquilizador y de socorro de la sirena de nuestros carruajes. Carruaje veloz e imponente que corre en dirección equivoca para un ser humano, puesto que llenos de energía y con el brío generado por el sentimiento del servicio, nos hace ir al lugar del cual todos escapan.

Si bien somos febles como humanos, somos eternos como la vida, no importa quien está en ese uniforme, ni quién está detrás de ese casco o cotona, para que ayudemos.

Puesto que para el ciudadano, es el rostro de quien le tendió la mano en la catástrofe, el recuerdo perenne e inquebrantable que lo acompañará de por vida. Ese rostro no envejecerá, solo cobrara más brillo cada vez que lo recuerden. Y eso, es precisamente ser Bombero, el uniforme y el casco son inconmensurablemente inmortales, cada uno de nosotros se refleja en el resto de nuestra Compañía.

Como bomberos y bomberos de escala sabemos el camino a seguir, subiendo peldaños o palillos como la belleza del sueño juvenil de ser voluntario, la fuerza e ímpetu del que está en el servicio activo y la sabiduría de la experiencia que nos entrega el honorario. También avanzamos los palillos de la inteligencia emocional que requerimos, la rectitud de nuestros actos en el servicio y entre nosotros, el valor para juramentarnos en dar la vida por el prójimo, la prudencia para enfrentar situaciones críticas. Y finalmente, el ultimo palillo, el de la filantropía palabra que procede del griego Filio amor-antro hombre, osea amor a la humanidad, no existe mejor ejemplo de filantropía que ser Bombero, y esto no es solo por estar dispuesto a dar la vida por el semejante, sino que nuestro sacrificio jamás será a cuenta de la muerte de otros. No distingue lo político ni lo religioso, sino solo el permitir una opción más de vida.

Oficiales y Voluntarios, la historia, el presente y el futuro de la sexta es nuestro y no se debe construir en base a ambiciones personales, conflictos ni divisiones, se construye en torno a un juramento que va más allá de un reglamento.

El servir es amar a los demás y a nosotros mismos mientras las energías nos lo permitan y no en cuanto a las listas de las que estamos eximidos.

Por lo anterior llamo, insto, motivo y obligo ética y moralmente a todos y cada uno de los estamentos de nuestra compañía, ya sean oficiales, voluntarios, brigadieres o personal rentado, a formar una mejor y más fraternal compañía, a sentirse orgullosos de vestir la cotona negra. Que no soñemos solo con pasar el resto de nuestras vidas ligadas a la sexta, sino que construyamos el resto de nuestras vidas en torno a este ideal, en acción y en sentimiento. Esto es lo que nos hace diferentes, que nos hace desde la humildad ser gigantes, que nos hace celebrar cada día como camaradas, y que hoy nos hace decir, feliz día del bombero.

 

RODRIGO SAENZ-DIEZ SLATER.

CAPITÁN