Cintas de Luto en los Estandartes del Cuerpo, Don Ricardo Seyler Urzúa (Q.E.P.D.)
La noche de este triste Lunes 25 de Marzo el CBÑ volvió a ser cubierto por el luto y la pena, al recibir la noticia del sensible fallecimiento del destacado e inolvidable Miembro Honorario de la Institución y su Segunda Compañía Sr. Ricardo Seyler Urzúa (Q.E.P.D.), uno de los pilares fundamentales del desarrollo, crecimiento y progreso del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa desde sus modestos inicios, al cual dedicó con cariño todo lo mejor de sí por más de 65 largos años de inagotables y valiosos servicios y cuyos funerales se realizarán hoy a las 19 horas.
Uno de los fieles artífices de nuestro progreso bomberil destacó en su Compañía ocupando
desde su juventud los cargos de Teniente 2°, Teniente 1°, Capitán y en variadas oportunidades el de Director, siendo impulsor de la Brigada Juvenil de la Segunda Compañía (segunda organización de este tipo formada en Chile en 1969), bajo la consigna de que no hay progreso posible para un ideal sin la fuerza e ímpetu de los más jóvenes, de quienes siempre fue cercana y paternal figura, siendo electo por sus brillantes capacidades organizacionales como Vicesuperintendente del Cuerpo, y con el pasar de los años gestor de la Unidad Simbólica “Luis Beltrán 1919” (primer cuartel del Cuerpo) hoy llamada “Heberto Valencia Guevara”, integrada por todos aquellos voluntarios de la Institución con más de 50 años de servicio, en su búsqueda por mantener viva la historia del Cuerpo y sus tradiciones.
“Don Ricardo”, hombre siempre cariñoso y apacible, altruista y de gran pasión por la causa bomberil, dotado de un orgulloso respeto por la honorabilidad y la tradición como pilar fundamental de la condición de Bombero, y como eso “no basta”, de Bombero Ñuñoíno, es y será para todos quienes tuvieron el honor de conocerlo y gozar de su siempre sabia y sincera amistad, una de las fuentes más experimentadas a la hora de conocer la historia esforzada, trágica y pujante de este, nuestro amado Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, el cual forjó su senda de la mano de valiosos hombres como el gran Ricardo Seyler Urzúa.
Los hombres de la Sexta Compañía adhieren al profundo sentimiento de pesar en las filas Ñuñoínas, teniendo como único consuelo posible la satisfacción de saber que la fila antigua y sublime de sus generaciones primeras hoy golpeada y disminuida por la muerte, goza de almas generosas y amadas para nosotros, quienes solo en virtud de la pericia, el profesionalismo y a ratos solo la mera suerte, aún no hemos de integrar, aunque esta… siempre espera por nosotros quienes quedamos en esta tierra ocupando hasta la hora final, el lugar de los que aprendimos a querer tanto, esos hombres de corazón lleno, que ya partieron.
