Sexta a Central… L-6 en su Cuartel! La historia del reencuentro de la Máquina y los Hombres que la hicieron un emblema
Y la Sexta, como es típico de su condición de Compañía de Escalas… lo volvió a lograr!
El anhelo Sextino que por años fue solo un sueño, en esta feliz hora, es una orgullosa realidad:
El viejo, el legendario, el romántico, el macizo, el siempre poderoso símbolo del sacrificio… El Ford Ward-LaFrance “L-6” del ’72 sobre cuyos fierros rojos y cromados descansa el pasado glorioso y sublime de nuestros “queridos viejos de cuero negro y toalla al bigote”, hoy y tras 30 años de ausencia, retorna al Cuartel de La Reina conducido por su antiguo Maquinista y con parte de su histórica tripulación.
Las horas de espera, las historias de coraje y tragedia de los más antiguos sobre el Ford, las lágrimas de todos y el estruendo de las bocinas y sirenas cuando al fondo de una tranquila calle de San Bernardo en lo alto de un potente camión y asomado sobre este, se dejaba ver después de años a este inagotable Sextino tras un largo viaje después de avanzar por décadas hacia el sur del mundo sirviendo a los hombres de Hachas, Escalas & Salvamento, aliado fiel e inclaudicable en la lucha contra la desgracia y la muerte.
Su pausado viaje hacia la Sexta, el respeto de la gente, la admiración, la esperada subida rugiente por la vieja Larraín, la escolta de otros carros junto a la fraterna hermana de Escalas, la Segunda Compañía, carros que ahora sustentan el servicio, como otrora se le vio cargado de hachas, ganchos, escalas y temerarios y hoy, una Plaza Ossandon iluminada de balizas a su espera unida al Cuartel por un puente de escalas, escalas que ensambladas sobre la calle esperan volver a acomodarse lustrosas sobre este viejo pedazo primordial de la historia bomberil ñuñoina.
Hoy: Misión Cumplida!